De una operación manual y fragmentada a un modelo ágil, trazable y de alta efectividad.
La implementación fue rápida y sin resistencias internas.
Se integró con los sistemas existentes.
No requirió reestructuras drásticas: el cambio fue progresivo y natural.
El cambio benefició la tarea diaria del equipo de fraude.
El volumen de investigaciones procesadas creció más de un 130%. Se duplicó la cobertura de siniestros analizados sobre el total emitido.
Los tiempos promedio de análisis bajaron más de un 40%.
La productividad por analistase multiplicópor 3.7 sin aumentar el equipo.